Atlántico, exaltado por Invima por proceso de inspección, vigilancia y control de alimentos

Barranquilla, Atlántico.

El programa de inspección, vigilancia y control de la Secretaría de Salud de la Gobernación del Atlántico recibió un reconocimiento público por parte del Invima durante el tercer encuentro nacional de Autoridades Sanitarias de Alimentos y Bebidas, en Bogotá.

La Gobernación fue exaltada gracias a los avances y compromisos de su programa de inspección, vigilancia y control, que se lleva a cabo en los municipios y corregimientos del departamento.

“El Invima realizó una auditoria al programa de alimentos y bebidas de la Gobernación del Atlántico, respecto a la implementación de los lineamientos técnicos aplicados. Logramos una alta calificación y siendo reconocidos por la entidad nacional como ejemplo de aplicación del modelo de inspección, vigilancia y control a los establecimientos que se dedican a la preparación, almacenamiento, expendió y distribución de alimentos y bebidas en el departamento”, explicó la subsecretaria de Salud Pública Departamental, Arilis Ruiz.

La funcionaria agregó que los atlanticenses tienen derecho de disponer de alimentos sanos e inocuos. “Todas las actividades obedecen a una planeación de acuerdo al riesgo de cada establecimiento; para ello se programan y ejecutan las visitas siguiendo los lineamientos nacionales, y al mismo tiempo, contamos con capacidad de dar respuesta rápida y oportuna a cualquier situación o evento adverso”.

Como consecuencia de eventos desafortunados en el país, en los que se compromete la inocuidad de los alimentos y se ha visto seriamente amenazada la salud de los consumidores, en Colombia se ha dado un nuevo enfoque en los programas de control oficial de alimentos y bebidas, involucrando conceptos como ‘De la granja a la mesa’ y ‘Enfoque de Riesgo’.

El primero se refiere a proteger la salud del consumidor, incluso del fraude, así como la inocuidad (mantener la seguridad) de los alimentos a lo largo de la cadena alimentaria. Y el segundo, a mejoras y ajustes en los sistemas nacionales de control, basado en la reglamentación sanitaria con actividades de inspección, vigilancia y control no reactivas a esos eventos desafortunados, sino con enfoque preventivo.

“La Gobernación del Atlántico, como responsable de proteger la salud pública de los atlanticenses ha asumido con mucho compromiso la tarea, implementando las mejoras y ajustes requeridos en el sistema. Esto se acompaña con información, educación y comunicación a los consumidores y a los responsables de los establecimientos de alimentos”, resaltó la funcionaria. 

La subsecretaria enfatizó que por normatividad nacional se debe hacer seguimiento a todos los alimentos y productos en los diferentes establecimientos, para vigilar las buenas prácticas. “El objetivo final es que el consumidor esté tranquilo respecto a la calidad de los alimentos que consume en restaurantes, tiendas, establecimientos de comidas rápidas, comedores escolares, panaderías, hogares comunitarios, y otros sitios similares”.

Durante el año 2018, 2.524 establecimientos de preparación de alimentos, grandes superficies, tiendas, expendios de carne, almacenamiento, vía pública, entre otros, fueron objeto de inspección, vigilancia y control. En los años 2018 y 2019, se ha aperturado procesos investigativos a 39 establecimientos ubicados en 13 municipios.

BENEFICIOS DE LAS VISITAS TÉCNICAS

“Llevamos a cabo una programación de visitas técnicas para comprobar que los alimentos no vayan a afectar la salud de los consumidores. En ellas se vigila el cumplimiento de los estándares de calidad e inocuidad de los alimentos, al igual que cómo puede afectar la salud de los consumidores el uso de los servicios de alimentación de dicho establecimiento”, indicó Viviana Escorcia Pacheco, profesional médico veterinario y zootecnista del programa.

La labor es realizada bajo lineamientos nacionales por promotores de saneamiento ambiental. “Nuestro equipo está altamente capacitado, son promotores de escuela; la mayoría, por su propia iniciativa, recibieron capacitación por parte del Sena y han recibido dos certificaciones en competencias laborales luego de aprobar las evaluaciones Ellos realizan las visitas en todos los establecimientos objetos de la vigilancia y toman las medidas que haya lugar para proteger la salud de los consumidores”, resaltó.

Y agregó que tras las visitas efectuadas en los últimos años se ha evidenciado un avance significativo en el cumplimiento de la normatividad por parte de los establecimientos. “Muchos usan la vestimenta apropiada como manipuladores de alimentos, conocen la terminología de los procesos y tiene un mayor compromiso con la calidad e inocuidad de los alimentos y bebidas”. 

Omar Macías Blanco, propietario del restaurante Viejo Muelle, en Puerto Colombia, manifestó que gracias al acompañamiento dado por Salud Pública Departamental para el mejoramiento de las condiciones de su negocio, los beneficios para su labor han sido significativos. 

“Al principio no creía en el proceso de vigilancia; cuando se presentaban decía que venían a molestar yque no me dejan trabajar, pero estaba muy equivocado. Agradecemos mucho a Salud Pública por su guía para el mejoramiento de las condiciones físicas, de manipulación de alimentos, de los procesos de manejo y conservación, lo que nos ha permitido crecer y captar nuevos clientes gracias a que podemos cumplir con los lineamientos y requisitos solicitados por los contratistas que exigen altos estándares”, destacó.

Comentó además que debido a la inspección y acompañamiento de su salud pública, sus procesos han mejorado y adaptado a la normatividad. “Al principio hacíamos muchas cosas de forma básica, nos han enseñado mucho y atendemos y cumplimos los requerimientos. Por ejemplo, el aceite lo botábamos o regalábamos, pero ahora hacemos su disposición para reciclaje adecuado; también hemos tecnificado el establecimiento para mejorar los estándares y prestar un excelente servicio y seguridad a los clientes”.

SEGUIMIENTO Y ANÁLISIS

Damaris Coll, promotora de Salud Ambiental y una de las encargadas de las visitas a los establecimientos, indicó que realizan inspecciones diarias para vigilar que los alimentos lleguen inocuos al consumidor final y no afecten su salud.

“Elaboramos un acta de enfoque de riesgo donde quedan consignados los hallazgos de la visita y al final se da una calificación de los ítems evaluados. Cuando el establecimiento cumple las condiciones se visita una vez al año; si hay exigencias o requerimientos que entregar, debemos llevar a cabo visitas posteriores de seguimiento. Y cuando es desfavorable lo encontrado, se aplica una medida sanitaria y se abren procesos sancionatorios”.

Durante las visitas también se toman muestras de alimentos, obedeciendo al plan de muestreo y a la programación, que son llevados luego al laboratorio de Salud Pública Departamental para determinar su calidad e inocuidad, conforme a la normatividad aplicable a nivel nacional al producto muestreado.

“Seguimos un protocolo en el proceso de toma de muestras, para lo cual usamos equipos e implementos necesarios. Las muestras son llevadas al laboratorio para su análisis y así determinar si tienen algún contaminante que pueda causar daño al consumidor”, manifestó Jairo Martínez, promotor de saneamiento ambiental.

Jorge perez Castro

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