Suan, Atlántico.
“Cuando retorné a Campo de la Cruz no teníamos nada, vivíamos 15 personas en una casa, pero gracias a esta máquina de coser que nos entregó la Gobernación, un regalo de Dios, he podido trabajar y con los ingresos compré otras máquinas que me permiten hacer diferentes tipos de confecciones”.
Así narró Yanini Orozco el proceso que junto a su familia ha tenido que vivir el último año tras su retorno a Colombia luego e vivir cerca de 30 años en Venezuela, y luego de recibir el apoyo de la Gobernación del Atlántico a través del programa de Generación de Ingresos y Fortalecimiento Económico de la Secretaría del Interior que inició en el año 2018.
“Lo importante es el amor que le pones a lo que haces. Necesitaba una máquina plana y no tenía el dinero para comprarla, así que el apoyo de la Gobernación fue fundamental para poder crecer en mi negocio. Hoy confecciono vestidos de baño, ropa íntima para mujer, boxers para hombres, ropa de bebé, licras, multiusos, cortinas, juegos de cama, lo que me pongan a hacer. Quiero tener una gran empresa, sé que lo voy a lograr”, agregó Yanini.
Ella y otras 99 familias colombianas retornadas de Venezuela, residentes en Suan el departamento del Atlántico, hacen parte de la primera etapa de este programa que benefició a personas que viven en Santa Lucía, Campo de la Cruz, Manatí y Suan, quienes recibieron máquinas de coser semi-industriales, kits de costura, telas multiusos y capacitación en nuevas técnicas de confección, para que pudieran trabajar en su emprendimiento o laborar en maquila para empresas.
“Damos un paso importante más allá de la recepción de las personas, contribuimos con su economía para que el regreso al país sea digno y con futuro. Esta estrategia es única en Colombia, fruto de una necesidad que identificamos en esta población vulnerable, brindándoles acompañamiento en el proceso de generación de ingresos, así como atención psicosocial a nivel familiar”, explicó el Gobernador Eduardo Verano.
Enfatizó que “nunca jamás una familia atlanticense puede rechazar a la gente que regresa, siempre estamos con los brazos abiertos, son parte de nuestra vida. Hemos sido solidarios con ellos y con los venezolanos que han llegado, y lo seguiremos siendo. Tenemos que aprender a convivir con este proceso humanitario, y los habitantes de la región Caribe nos caracterizamos por tener un corazón fraternal”.
Espontáneamente varios de los beneficiarios, especialmente de Suan y Campo de la Cruz han decidido unirse para crear maquilas para sectores de la población. Esto indica que ya sea de forma individual o asociativa estas iniciativas pueden ser exitosas.
“Ha sido un proceso exitoso, la Secretaría del Interior departamental ha venido haciendo un seguimiento a los primeros beneficiarios de las 100 máquinas, identificando los tipos de tela y costura que más utilizan, para entregarles un nuevo fortalecimiento que consiste en un kit de costura con implementos básicos y un rack de telas de acuerdo a las actividades de confección que más desarrollan”, indicó la coordinadora del Programa de Gestión de Paz Territorial de la Secretaría del Interior, Karen Osorio.
Luego de 10 años de residir en Venezuela, Evis Ruiz decidió volver a Suan junto a sus tres hijos, esposo y suegra Carmen Tapia. Amas recibieron máquinas de coser por parte de la Gobernación y decidieron asociarse.
“Desde que recibimos las máquinas de coser nuestra calidad de vida ha sido diferente. Mi unión con la señora Carmen ha sido excelente porque tenemos un proyecto laboral que crece y queremos tener un taller de confección. Quiero seguir estudiando para desarrollarme en la modistería y darle un mejor futuro a mi familia”, expresó Evis.
Para la señora Carmen Tapia, la situación en Venezuela era insostenible para ellas y por eso decidieron comenzar de nuevo en Colombia. “Es una bendición de Dios esta máquina porque nosotras las mujeres retornadas necesitábamos un trabajo estable. No arrugamos la cara a ningún trabajo que nos llega, al unirnos podemos hacer trabajos grandes y nos ha ido bien, entre las dos cumplimos lo que nos pongan”.
Soleida Canedo, quien residió durante 12 años en Venezuela, contó que en ese país aprendió la modistería en una fábrica de trajes de baño, de donde trajo su experiencia para ponerla al servicio de sus coterráneos en Suan.
“La Gobernación me otorgó esta máquina y no nos ha dejado solos en este nuevo proyecto de vida. Ya he podido comprar otras máquinas que hemos adquirido con préstamos, tengo dos personas que me ayudan y juntos estamos saliendo adelante. Hacemos todo tipo de ropa, especialmente uniformes para colegios y trabajo que se mueve mucho acá en Suan, destacó.
Delbis Díaz, vivió en Venezuela durante 42 años y pese a un retorno complicado al no poder encontrar trabajo, hoy su futuro es promisorio, tiene su propia marca (Jos Yudel) y decidió mudarse a Barranquilla porque tiene más oportunidad comercial con sus diseños.
“Regresamos en octubre de 2018 para rehacer nuestra vida en Campo de la Cruz. La máquina d coser que nos dieron es mi herramienta principal para salir adelante en el oficio de la confección, el cual también ejercía en el vecino país. Hago trajes de fiesta, ropa deportiva, bulas, faldas y todo lo que me pidan, y lo combino con zapatos bordados a mano. Quiero tener un gran taller y llevar mis creaciones a boutiques en centros comerciales”, dijo.
La Gobernación del Atlántico continúa este año con el programa de fortalecimiento y generación de ingresos para los retornados de Venezuela.
“Cerraremos este año con otros 100 sostenimientos económicos adicionales que entregaremos a familias retornadas, las cuales no cuentan con recursos para generar ingresos. Estamos terminando el proceso para identificar otros cinco a siete artes u oficios que desarrollaban esas personas retornadas en Venezuela, tales como comidas rápidas, alimentos congelados y marroquinería, para beneficiarlas con implementos que las permitan emprender sus propios negocios”, finalizó Karen Osorio.