Por: Jorge Vergara Carbó. -Colaborador-
“No hay peor ciego que el que no quiera ver, ni peor sordo que no quiera oír.” Este refrán cae como “anillo al dedo” al actual gobierno Duque-Uribe, que se muestra indiferente ante el clamor del pueblo colombiano que decidió salir de su letargo para protestar en busca de mayores oportunidades y un mejor nivel de vida, de manera organizada, sin inherencias de partidos políticos, solicitando que sean escuchados en un dialogo directo con el presidente Duque para tratar varios temas de interés nacional.
El punto central solicitado es que se pare la discusión del proyecto de Ley de Crecimiento (Reforma Tributaria), por las connotaciones que tiene esta Ley sobre los otros asuntos a discutir. Es un proyecto de Ley que beneficia a los ricos del país, a los empresarios, y le mantiene los mismos privilegios que se le han otorgados en leyes anteriores, al igual que las exenciones, deducciones, tarifas diferenciales. Es una Reforma Tributaria regresiva cuya principal fuente de ingreso son los impuestos indirectos, que los paga en primera instancia el productor pero que los termina trasladando su pago al consumidor final. Esa ha sido la política Tributaria aplicada en Colombia, lo que nos hace el país con la segunda “Distribución del Ingreso” más mala de América Latina y la cuarta peor del mundo. Solo superamos a Haití, y a dos países africanos.
Seguimos teniendo un coeficiente “Gini” por encima del 0.51%. Ante la solicitud de los organizadores del paro, el gobierno tira “un hueso” para ver si es aceptado, manteniendo su posición de seguir discutiendo el proyecto de ley e incluso decretar sesiones extras para aprobarlo. ¿Qué ofrece? Devolver el IVA a las clases sociales marginales (20% de la población), y decretar tres días al año exento del IVA. Igualmente ofrece rebajar del 12% al 4% la contribución a la salud a los pensionados que ganan un salario mínimo, de forma gradual, los dos primeros años el 8%, y el tercer año el 4%. Con esta propuesta pensaron que el paro se levantaría, y se equivocaron ya que el pueblo colombiano y los organizadores del paro, no comieron cuento y tienen claras las cifras que están en juego.
Lo que se requiere del gobierno es que se sincere, y presente un proyecto de ley en materia tributaria, que se oriente a mejorar la distribución del ingreso, logrando que los ricos paguen sus impuestos como ricos. No es cierto lo que dice el Ministro de Hacienda Carrasquilla, que nuestros empresarios pagan muchos impuestos, si eso fuere cierto la relación recaudo tributario/PIB no fuera del 15% o del 18.8% como dice la OCDE, sino que estaría entre el 25% y el 32%, muy por debajo de los europeos que están por encima del 40%, o de los Estados Unidos que está en el 27%, gracias a la rebaja en los impuestos que les otorgo a los ricos el presidente Trump (del 35% al 21%), que con su medida agravara a futuro el déficit fiscal de los Estados Unidos, como también nos pasará en Colombia de aprobarse el proyecto de ley presentado por el gobierno.
¿Cuál es el costo fiscal de las distintas reforma tributaria en Colombia?. 1.- El costo de las exenciones, descuentos y beneficios tributarios, como el de tarifas diferenciales es de $80 billones. Que se eleva a $90 billones, con el privilegio que se otorgó en la “Ley de Financiamiento” en el año 2.019, que la Corte Constitucional declaro inexequible a partir del primero de enero del año 2.020. – 2.- De ese monto, el IVA representa el 82%, de las exenciones, deducciones y taifas diferenciales, es decir $73.8 billones, cifra superior a lo recaudado por el IVA, en el 2.018, que fueron $60 billones. – 3- Las exenciones, descuentos, beneficios tributarios y tarifas especiales en el impuesto a la Renta, tienen un costo fiscal de $12.4 billones, de los cuales por rentas exentas $10.2 billones, por descuentos $1.4 billones, por deducción de activos fijos $0.8 billones.
De estas exenciones a las empresas le corresponde $6.3 billones y a las personas naturales $6.1 billón. A lo anterior hay que agregarle el descuento del 50% en el impuesto a la Renta del pago del impuesto de Industria y Comercio a las entidades territoriales (ICA) por parte de las empresas, que le significan al país $1 billón anual. – 4- Existen privilegios a varios sectores, entre ellos a los fabricantes de Biodiesel mezclado, cuyo costo fiscal nos representa $1.9 billones. Igualmente, las Zonas Francas tienen un régimen especial, su tarifa de Renta es del 20%, más las exenciones en el pago del IVA, en la venta entre empresas de la misma Zona Franca, compra de mercancías a empresas nacionales, para importar y exportar y aranceles preferenciales.
Hoy contamos con 112 Zonas Francas en todo el territorio nacional, debido a que estas se dispararon en el gobierno de Álvaro Uribe impulsadas por sus hijos. Se llegó al descaro de presentar un proyecto como Zona Franca, como lo son para mencionar solo dos, la de la planta térmica Termoflores hoy en manos de Celsia y la de Cali para el sector cervecero. – 5 -Los beneficios tributarios se distribuyen en un 86%, a rentas exentas; 7.1%, a descuentos tributarios y 6.9%, deducciones por inversión en activos fijos. – 6 – a evasión y elusión tributaria en Colombia por el impuesto a la Renta, IVA y aduaneros es de aproximadamente unos $50 billones de pesos al año, es decir, 7.1 veces, lo que se trató de conseguir con la Ley de Financiamiento en el año 2.019.
Esa suma equivale a US$14.196 millones de dólares a la TRM de hoy ($3.522), que representa el 4.6% del PIB del país, en el año 2.017.- 7- Según la CEPAl, el 10%, más rico de AL y El Caribe, posee el 71% de la riqueza que se genera y tributa solo el 5.4% de sus ingresos brutos. En Colombia no llegan al 5%, de sus ingresos, mientras en EEUU, es el 14.2% y en la Unión Europea el 20%. Por otra parte la evasión en AL, la calculan en US$320.000 millones, un 6.3% del PIB de la Región.- 8- Por fuga de capitales, que reposan en los paraísos fiscales y en los países en desarrollo, podemos calcular que de Colombia salen anualmente unos US$20.000 millones, que no pagan impuesto. Esta es la realidad, de nuestra política tributaria, que beneficia exclusivamente a los ricos del país que nos cuesta entre exenciones, deducciones, tarifas diferenciales, beneficios tributarios y evasión tributaria la suma de $140 billones, unos US$39.750 millones ($90 por exenciones y $50 por evasión – elusión).
Mientras a los ricos les otorga $140 billones, a los pobres le ofrece la irrisoria suma de $5.3 billones, distribuidos en: Devolución del IVA $1.7 billones; Tres días sin IVA $0.4 billones y disminución pago salud pensionados con un salario mínimo $3.2 billones. La injusticia más grande que el pueblo colombiano no puede seguir permitiendo. Ante semejante panorama, es imposible que los organizadores del paro, puedan aceptar la reforma tributaria presentada por el Ministro Carrasquilla. Está demostrado que la disminución de los impuestos a los empresarios no aumenta el empleo, ni aumenta la inversión. Ambos obedecen a factores diferentes a los de exoneración o disminución de impuestos.
El mercado determina la necesidad de inversión. Un empresario que tiene capacidad ociosa en sus plantas no invertirá un solo peso en ella, hasta tanto tenga una demanda por satisfacer. Los excedentes que se le dan los sacaran del país o los invertirán en otros sectores. Tampoco es cierto como lo afirma Carrasquilla, que la economía creció en el año 2019 gracias a la Ley de Financiamiento que hizo aumentar la inversión, por la exoneración del 100% del IVA para importar bines de capital.
La economía colombiana ha crecido, porque la estamos comparando en primera instancia con un año anterior malo, y en segunda instancia por las inversiones en : infraestructura de vías por las 4G, la inversión extranjera que crecieron el 24% en el primer semestre del año, de ella el 42% minero- energética , por el aumento en el consumo de las familias por encima del 7%, producto de las remesas que recibimos aunque gran parte de ellas es por lavado de dinero y por el alto endeudamiento de las familias, igualmente por el crecimiento del 8%, del sector financiero especulativo con sus altas tasas de interés y por el aumento de la administración pública. Ni la industria, ni el sector agrícola y la construcción de viviendas muestran crecimientos significativos.
La economía colombiana se sigue moviendo por el narcotráfico que ingresa parte del dinero a través del contrabando, la importación de bienes y servicios por la vía legal y el sector financiero, como se ha demostrado en varios estudios, entre ellos el más reciente de Andrés Felipe Arias (Uribito). Si nos queremos sincerar, pensemos en eliminar todas las exenciones existentes, especialmente la de seguridad inversionista, Zonas Francas, la del biodisel, la economía naranja, la de cultivos tardíos y gravemos a todos los productos con IVA, solo exonerando lo que puede comer con sus ingresos los pobres, como arroz, azúcar, café, granos, sal, condimentos, leche, huevos, pan, harina, aceite, papa, yuca, ñame, plátano ,tomate, cebolla y unas cuantas verduras y de vez en cuando carne. Los pobres del país son 14.4 millones de personas, un 30% de la población. Si se logra eliminar los privilegios tributarios, es posible bajar las tasas que hoy se aplican en el IVA (19%), a niveles del 10%, y el impuesto a la renta (33%), a una tasa entre el 27% y 30%, de una sola vez, ya que obtendríamos más ingresos de los que se espera recaudar con la propuesta de reforma presentada al Congreso.
Esta nueva LEY, debe contemplar sanciones penales drásticas para los evasores, lavadores de dinero y fuga de capitales. Esta reforma le daría mayores recursos al gobierno para que pueda cumplir con su plan de desarrollo y atender los compromisos pactados en el proceso de paz y por supuesto los que haga con los organizadores del paro. Solo con recursos manejados sin corrupción, se pueden hacer las obras. Los ricos del país, tienen que entender que deben pagar impuestos tal como lo pagan los ricos de los países desarrollados. Parlamentarios, organizadores del paro y gobierno tienen la palabra.
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