Chorrera recibió atención social de la Gobernación del Atlántico

*La primera gestora social del Departamento, Liliana Borrero, lideró la jornada de salud,  mejoramiento de viviendas,  entrega de libros y ayudas técnicas.

Chorrera (Juan de Acosta), 22 de enero de 2017. Servicios básicos en salud y mejoramiento de 180 viviendas entregó la Gobernación del Atlántico a través de la primera gestora del Atlántico, Liliana Borrero en el corregimiento de Chorrera en el municipio de Juan de Acosta.

En esta cruzada social participó la Fundación Expreso Brasilia con su Bus-Consultorio, equipado con profesionales de la medicina e insumos para atender a la comunidad.

Consulta médica, odontológica, enfermería, optometría y vacunación fueron los principales servicios básicos en salud que recibió la población de Chorrera.

A la institución educativa Fermín Tilano se le entregaron 277 libros de distintas áreas del saber: literatura,  inglés, matemáticas, ciencias sociales y español que beneficiarán a 250 estudiantes en su proceso de aprendizaje.

También se contó con el acompañamiento de los integrantes del Club Rotario Barranquilla Centro quienes donaron las pinturas blancas con las que se embellecieron las viviendas.

“Lo que hemos hecho en Chorrera es un preámbulo de lo que será este año el programa “Manos a la Obra” en aquellos municipios y veredas  que vamos a atender. Estamos muy motivados porque la gente recibe con mucho agrado lo que estamos haciendo por el mejoramiento de los entornos. Esto es construir paz”, dijo la primera gestora social del Departamento.

La Gerencia de Capital Social, entidad de la Gobernación del Atlántico que tiene a su cargo la coordinación de este tipo de actividades, entregó calzado y  ayudas técnicas a la población con discapacidad como silla de ruedas, bastones y caminadores.

El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa,  funcionarios de su gabinete y el alcalde de Juan de Acosa, Iván Vargas Molina, estuvieron atentos a las inquietudes de la comunidad.  Ambos mandatario pactaron compromisos para subsanar las necesidades más apremiantes.

ARTESANÍAS Y OTRAS CURIOSIDADES

El corregimiento de Chorrera tiene 1.300 habitantes, aproximadamente, la mayoría viven del campo y  de un tiempo para acá sus mujeres se dedican a las artesanías,  hoy son reconocidas a nivel nacional.

Allí se encuentra la Asociación de Artesanas de Chorrera, sitio donde se fabrican llamativas mochilas, bolsos y carteras, además es un centro donde se capacitan a las personas interesadas en cultivar este arte.

La Gobernación del Atlántico  apoya a este grupo de mujeres,  han participado en distintos eventos feriales de la Región Caribe y del interior del país para comercializar sus productos artesanales que son apreciados por la calidad de sus tejidos.

PRECURSORA DEL CARÁNGANO

En medio de este remanso de paz que se respira en el corregimiento de Chorrera,  habita la señora Juana Molinares, anciana de 84 años, delgada, con 11 hijos, 40 nietos, un tataranieto, sobreviviente de cáncer, de buen humor y  precursora  del carángano,  invita a propios y extraños a que disfruten la vida bailando con las tonadas que salen de ese instrumento musical artesanal (carángano) conformado por un pote, una cuerda y un clavo. Al pote o lata se le hace un hueco para atar la pita que va  amarrada a un árbol, esta pita  debe quedar templada como  cuerda de violín.

Una vez hecho  el anterior proceso y con la ayuda  de un clavo o un pedazo de madera fina de corozo se inicia la interpretación al rozar la cuerda y  sacar los ritmos musicales.

Dice la señora Juana que el carángano casi siempre se toca  para la época de diciembre para anunciar la llegada del verano.

A las bailadoras y bailadores se les llama mojigangas que  van por la calle danzando disfrazadas, con el rostro tapado y sus pies van cubiertos con cascarones de maíz.

“Desde los 12 años aprendí a tocar el carángano, mi mamá me enseño y hoy mis hijas también aprendieron a tocarlo y a bailar”, dice la señora Molinares.

Sus hijas Edith  y Enilda Molina son mojigangas y bailan rítmicamente la música interpretada por el carángano. Toda la familia ha participado en eventos en el teatro Amira de la Rosa y en la Plaza de la Paz, entre otros escenarios.

Este instrumento se encuentra en ‘vía de  extinción’, pero aún  la familia Molina Molinares,  mantiene viva esta tradición en el corregimiento de Chorrera. 

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